Pedro Gallego
EditorLa mayor facilidad para adquirir efectos especiales notables para producciones pequeñas, unido a la alta compatibilidad que la ciencia ficción permite con otros géneros, está haciendo que muchas películas modestas y centradas en relaciones acaben teniendo un barniz fantástico. Y en ocasiones se nota quién ha incluido el componente de género como excusa para poder tener su relato personal financiado.
Es más raro encontrar casos bastante opuestos como el de Nacho Vigalondo, que tiene el género tan establecido en su ADN que ya lo tiene de partida y va encontrando la historia emocional que contar de manera más orgánica. Con sus más y sus menos, este método le ha hecho uno de los autores más singulares del cine español, algo que afianza una película como ‘Daniela Forever’.
Un amor del que no se puede escapar
Vigalondo nos ofrece una mezcla de cine romántico con ciencia ficción ligeramente surrealista, con Henry Golding en un papel principal más lleno de aristas de lo que se antoja inicialmente. Una película de género diferente de un cineasta a contra corriente que ya se puede ver en streaming a través de Filmin y de Movistar+.
Asolado por la pérdida de su novia Daniela, la vida del músico Nicolas está empezando a perder el sentido. Saltando de fiesta en fiesta por una ciudad como Madrid, sigue intentando salir del hoyo hasta que alguien le plantea una arriesgada solución: un tratamiento experimental que le permitirá soñar y remontar a su gusto su relación con Daniela.
Estando en el tipo de película que estamos, no hace falta pensar mucho para averiguar que esto va a tener consecuencias bastante poco deseables. Vigalondo indaga en el duelo y en la imposibilidad del avance cuando este se vuelve patológico, dejándonos en posición de retozar en una nostalgia muy cómoda pero progresivamente más irreal, al poder moldear el recuerdo a nuestro placer.
‘Daniela Forever’: duelo y masculinidad
Es fácil ver el tejido conectivo con propuestas como la del Charlie Kaufman de ‘¡Olvídate de mí!’, además de algunos toques de ‘Origen’ en su propuesta visual impresionante (sobre todo porque Vigalondo probablemente contó con mucho menos presupuesto que aquel blockbuster). ‘Daniela Forever’ también comparte el interés en explorar los aspectos más incómodos e incluso tóxicos de su protagonista, haciendo más interesante la propuesta y su desarrollo.
Al final, se aprecia un toque persona en lo que Vigalondo está intentando explorar, y que es coherente con una carrera que ha reflejado como pocas los extremos del enrocarse en la masculinidad tóxica. Pero ‘Daniela Forever’ busca cómo escapar del pozo, al igual que intenta no quedarse atrapada en lugares comunes. No siempre le sale, pero lo que logra es suficiente para hacerla una de las películas más especiales del cine español del año.
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