A estas alturas de temporada, sobre todo teniendo en cuenta que esto termina la próxima semana, 'The Last of Us' nos debía todavía un episodio "independiente". Algo que parase un poco la trama para presentarnos una historia relativamente autónoma. En esta ocasión la serie de HBO ha elegido un gran flashback para despedir a Joel Miller (Pedro Pascal).
Por supuesto, spoilers del episodio 2x06 a partir de aquí.
Después de ese "Lo sé" de Ellie con el que se despidió la serie la semana pasada, 'El precio' arranca yéndonos al pasado. La primera secuencia nos lleva a la adolescencia de Joel y Tommy (Andrew Diaz y David Miranda), quienes se han metido en problemas. Aquí aparece en escena su padre (Tony Dalton).
Un padre autoritario, que les ha criado con mano dura, atizándoles en ocasiones. En esta ocasión no les va a pegar y, mientras comparte una cerveza con Joel, expresa su culpa por ser un padre violento y deja al chaval con un consejo: «Cuando te toque a ti, espero que lo hagas un poco mejor que yo.»
Padre no hay más que uno
Ya este prólogo del episodio nos pone en sintonía con el que va a ser el tema del episodio (y un tema que siempre ha sobrevolado en la serie): la paternidad. Aunque sea una de carácter putativo. Durante la primera temporada Joel (Pedro Pascal) empezó a ver a Ellie (Bella Ramsay) como una nueva hija, la hija que perdió.
Esta relación de padre e hija, aun putativa, es genuina. Sincera. Y el episodio la va a explorar llevándonos por los cumpleaños de Ellie en estos cinco años de estancia en Jackson, hasta el momento en el que arranca la temporada. De esta manera vemos cómo Joel construye una guitarra para su 15 cumpleaños; a los 16, la lleva al museo de ciencia e historia para que disfrute tanto con dinosaurios como con naves espaciales, etc.

Pero los días felices pasan y el clásico momento de rebeldía llega con los 17 años. Queriendo dar la sorpresa, Joel descubre con sumo estupor a Ellie en su habitación con una chica. Joel estalla («¿Todas las chorradas de adolescente a la vez? Drogas y tatuajes y sexo... Y, además, ¿experimentarlo con chicas?») su niña ya no es una niña. Quizás, acuerdan ambos, sea el momento de que crezca, de dejarla crecer y que haya un poco de distancia entre ellos.
Lazos rotos
Saltamos dos años y vemos a Ellie repasando una lista de sospechas en torno a lo que pasó realmente en Salt Lake City. Una lista que tendrá que esperar un poco porque su regalo de cumpleaños es su primera patrulla por el exterior. Una patrulla no sin incidentes: se encontrarán con Eugene (Joe Pantoliano), quien ha sido mordido. El protocolo es claro, hay que dispararle. Sin embargo, ante la insistencia de este de que quiere despedirse de su mujer, Ellie convence a Joel de que le deje hacerlo antes de matarle.
Aquí es donde Ellie va a poner a prueba su confianza en Joel. En lo que esta va a por los caballos, este rompe su promesa y le mata. Si esto ya de por sí destroza a la muchacha, es cuando Joel miente a Gail, la viuda, el momento en que todo se rompe. Si Joel ha mentido aquí, me ha mentido todos estos años. «La misma cara, la misma puta mirada», diría Ellie meses después, en Nochevieja.
El escenario: un porche en el que se da la conversación más dolorosa de la temporada. Ya profundizaremos más en esta escena de la confesión, sobre todo porque tiene una gran importancia también en el juego. Podemos debatir si funciona mejor o peor que ahí, pero ya os digo que el arco emocional desarrollado en el episodio hace que esta escena sea dura y lacrimógena con ambos personajes desnudando su alma.
Así termina (bueno, técnicamente acaba con Ellie volviendo al cine tras los hechos del quinto episodio) una de las mejores horas que nos ha brindado esta excelente adaptación. Sin embargo, no dejo de pensar en que entre todas las decisiones extrañas que han tomado sobre la estructura de la serie, la situación de este capítulo como penúltimo de la temporada es, cuanto menos, llamativa.
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